lunes, 19 de mayo de 2008

Apocalyptica

Recuerdos de un vampiro, de una mirada infranqueable pero inquietante, unos ojos que miraban más allá de toda la transparencia desnudando todos y cada uno de los pensamientos. Increíble que los relojes giren tan rápido, que lleven tres años esas cajas plegadas. Las llaves de colores. Una fiesta en una terraza de dos metros cuadrados (si llegaba). El suelo de madera tiembla, los pinchos, las lámparas rojas. Warning prohibiting prohibited. Path. "Your life burns faster...". Probablemente cualquier cosa o camino más allá del concierto no revolucionó ninguna expectativa porque ni siquiera existían en ese campo pero evitó muchos obstáculos innecesarios y rompió un muro. No queda ya nitidez de aquel momento, aunque el cambio radical en muchísimos aspectos y libertades sigue y seguirá. Fotos fijas, palabras aisladas, humo y luz naranja. No queda ya nitidez porque fue algo puramente tangible, un hecho que fijó la diferencia entre la ficción y la realidad. Los pinchos del cinturón. Un cinturón roto. Ahora mismo el recuerdo no es algo que nombraría como valioso pero si como un momento que abrió una perspectiva diferente, pinceladas que añadir a un cuadro del que he podido intuir sus perfiles en dos ocasiones. El segundo de los dos, el más reciente, el más, tal vez, real trajo más que atisbos de esta efemérides con muchos elementos comunes pero, uno, el mas importante de ellos, no fue común y es el que clava la daga de la nitidez en todos los sentidos. Apocalyptica, al fin y al cabo, sólo fue un concierto y, tal vez, minutos que un visionario convirtió en horas. Recuerdo como la electricidad, la ausencia inexplicable de ella, me hizo mendigar de maneras más o menos respetables por una actualización. Pero no se clavaba. Ahora poco tiene que ver todo; la nitidez no son imágenes fijas, son corrientes eléctricas que reviven una sensación enorme que es posible que nunca se llegara a comprender. Si algo cambia por completo tu actitud con el mundo puede ser terriblemente bueno o terriblemente malo en la misma proporción. La balanza tiende al equilibrio. Sólo tiende.

No hay comentarios: